Los milagros eucarísticos son signos prodigiosos de Dios, de origen sobrenatural, que tienen como protagonista a la Eucaristía. Han acaecido desde el siglo VIII hasta nuestros días, en pleno siglo XXI, por obra y gracia de Nuestro Señor Jesucristo, con dos claros objetivos: uno de tipo apologético, es decir, para demostrar una verdad de fe. El segundo, de carácter pedagógico, con el fin de que los que no creen crean, y los que creemos podamos crecer en nuestra vida cristiana. Los milagros eucarísticos confirman la fe en la presencia real del Cuerpo y la Sangre del Señor en la Eucaristía. Cuando el sacerdote pronuncia las palabras de consagración “Este es mi cuerpo...” “Esta es mi sangre...” la sustancia del pan se convierte en el Cuerpo de Cristo y la sustancia del vino en su Sangre. Esta maravillosa transformación recibe el nombre de “transubstanciación”, es decir, el cambio de una sustancia por otra.
Un sacerdote de Praga, encontrándose de viaje por Italia, celebró la Misa en la Basílica de Bolsena. En el momento de la consagración sucedió un Prodigio: la Hostia se transformó en carne. Este Milagro sostuvo la fe del sacerdote que dudaba de la presencia real de Cristo en la Eucaristía. Las Sagradas Especies fueron inmediatamente inspeccionadas por el Papa Urbano IV y por Santo Tomás de Aquino.
Se destaca entre los montes de Palestina por su pintoresca ubicación y sus hermosa silueta, por la sorprendente vegetación que recubre sus laderas de piedra caliza y por el esplendoroso panorama que se contempla desde su cima.
Se destaca entre los montes de Palestina por su pintoresca ubicación y sus hermosa silueta, por la sorprendente vegetación que recubre sus laderas de piedra caliza y por el esplendoroso panorama que se contempla desde su cima.
El Pontífice decidió extender a toda la Iglesia Universal la fiesta del Corpus Domini “para que este excelso y venerable Sacramento fuese para todos un peculiar e insigne memorial del extraordinario amor de Dios por nosotros”. Actualmente este corporal se custodia en la Catedral de Orvieto.
Un sacerdote de Praga, encontrándose de viaje por Italia, celebró la Misa en la Basílica de Bolsena. En el momento de la consagración sucedió un Prodigio: la Hostia se transformó en carne. Este Milagro sostuvo la fe del sacerdote que dudaba de la presencia real de Cristo en la Eucaristía. Las Sagradas Especies fueron inmediatamente inspeccionadas por el Papa Urbano IV y por Santo Tomás de Aquino.
Se destaca entre los montes de Palestina por su pintoresca ubicación y sus hermosa silueta, por la sorprendente vegetación que recubre sus laderas de piedra caliza y por el esplendoroso panorama que se contempla desde su cima.
Se destaca entre los montes de Palestina por su pintoresca ubicación y sus hermosa silueta, por la sorprendente vegetación que recubre sus laderas de piedra caliza y por el esplendoroso panorama que se contempla desde su cima.
En el milagro del año 1230, un sacerdote, luego de haber celebrado la Misa, dejó
por distracción algunas gotas de vino consagrado en el cáliz. Al
día siguiente, regresando a la iglesia para celebrar la Misa,
encontró dentro del cáliz gotas de sangre viva coagulada y convertida en carne. Fue recogida inmediatamente en una ampolla de cristal.
Todo el pueblo se reunió para festejar el hallazgo de las santas Hostias, las cuales fueron restituidas inmediatamente en medio de una solemne procesión a la
iglesia de San Francisco. A pesar del paso de los años, las Partículas no sufrieron ninguna alteración.
En 1922 se trasladaron las Hostias a un cilindro de puro cristal de roca; El Papa Juan Pablo II durante la visita pastoral a la ciudad de Siena el 14 de septiembre de 1980, se expresó así, estando delante de las Hostias: “¡es la Presencia!”
Todo el pueblo se reunió para festejar el hallazgo de las santas Hostias, las cuales fueron restituidas inmediatamente en medio de una solemne procesión a la
iglesia de San Francisco. A pesar del paso de los años, las Partículas no sufrieron ninguna alteración.
El 14 de agosto de 1730, algunos ladrones lograron entrar en la iglesia de San Francisco, en Siena, para extraer un copón con 351 Hostias consagradas. Luego de tres días, el 17 de agosto, fueron encontradas intactas las 351 Hostias en la cajita de limosnas del Santuario de Santa María en Provegnano, en medio del polvo.
Se destaca entre los montes de Palestina por su pintoresca ubicación y sus hermosa silueta, por la sorprendente vegetación que recubre sus laderas de piedra caliza y por el esplendoroso panorama que se contempla desde su cima.
Se destaca entre los montes de Palestina por su pintoresca ubicación y sus hermosa silueta, por la sorprendente vegetación que recubre sus laderas de piedra caliza y por el esplendoroso panorama que se contempla desde su cima.
Santa Clara, llevando consigo un Sagrario conteniendo la Santa Eucaristía hasta el portal del Convento, postrada en oración se dirigió a Nuestro Señor diciendo: “he aquí mi Señor que ¿acaso quieres entregar a manos de los paganos a tus siervas indefensas que yo he hecho crecer en tu amor?, protege, te ruego Señor a estas siervas que yo ahora no puedo salvar.”
Inmediatamente una voz como de niño resonó desde el tabernáculo: “¡yo te custodiaré siempre”, seguido de esto, los soldados que asediaban el recinto se dispersaron llenos de temor.
Todo el pueblo se reunió para festejar el hallazgo de las santas Hostias, las cuales fueron restituidas inmediatamente en medio de una solemne procesión a la
iglesia de San Francisco. A pesar del paso de los años, las Partículas no sufrieron ninguna alteración.
Ocurrió qué durante un asalto del ejército Sarraceno a Asís, irrumpieron los límites del Monasterio de San Damián hasta llegar al claustro mismo de las consagradas.
Se destaca entre los montes de Palestina por su pintoresca ubicación y sus hermosa silueta, por la sorprendente vegetación que recubre sus laderas de piedra caliza y por el esplendoroso panorama que se contempla desde su cima.
Se destaca entre los montes de Palestina por su pintoresca ubicación y sus hermosa silueta, por la sorprendente vegetación que recubre sus laderas de piedra caliza y por el esplendoroso panorama que se contempla desde su cima.
En el momento de la fracción del
pan, antes de la Comunión, comenzó a dudar de la presencia real de Jesús en la
Hostia consagrada. Fue en ese preciso momento que, con gran susto, vio que de la Hostia consagrada brotaba un abundante chorro de sangre
que llegó a manchar parte del corporal y el cáliz que estaban sobre el altar.
Todo el pueblo se reunió para festejar el hallazgo de las santas Hostias, las cuales fueron restituidas inmediatamente en medio de una solemne procesión a la
iglesia de San Francisco. A pesar del paso de los años, las Partículas no sufrieron ninguna alteración.
El 25 de abril de 1356, en Macerata, un sacerdote, cuyo nombre se desconoce,
estaba celebrando la Misa en la capillita de la iglesia de Santa Catalina, propiedad de las monjas benedictinas.
Se destaca entre los montes de Palestina por su pintoresca ubicación y sus hermosa silueta, por la sorprendente vegetación que recubre sus laderas de piedra caliza y por el esplendoroso panorama que se contempla desde su cima.
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Los habitantes de Recanati y Loreto verdaderamente no sabían la historia de la Santa Casa, solo sabían de los milagros que se acontecían ahí. Dos años más tarde, la Virgen María se le apareció a un ermitaño llamado Pablo y le contó el origen y la historia de la Santa Casa: “Se mantuvo en la ciudad de Nazaret hasta qué por el permiso de Dios, aquellos que honraban esta casa fueron expulsados por los enemigos.
Ya que no se le honraba y estaba en peligro de ser profanada, mi Hijo quiso trasladarla de Nazaret a Yugoslavia y de ahí hasta tu tierra”. Pablo entonces se lo contó a las personas del pueblo y comenzaron a hacer gestiones para verificar la autenticidad de la casa. Fueron primero a Tersatto y luego a Nazaret.
Los habitantes de Recanati y Loreto verdaderamente no sabían la historia de la Santa Casa, solo sabían de los milagros que se acontecían ahí. Dos años más tarde, la Virgen María se le apareció a un ermitaño llamado Pablo y le contó el origen y la historia de la Santa Casa: “Se mantuvo en la ciudad de Nazaret hasta qué por el permiso de Dios, aquellos que honraban esta casa fueron expulsados por los enemigos.
En Nazaret: descubrieron que de verdad era la casa de la Virgen. Las medidas de la fundación eran exactas a las de Loreto y la maqueta construida en Tersatto. Las piedras y la tierra utilizada para el relleno de la casa es idéntica a las que se usaban en Nazaret en ese tiempo y civilización. La casa no tiene cimientos, ya que estos se quedaron en Nazaret.
Todo el pueblo se reunió para festejar el hallazgo de las santas Hostias, las cuales fueron restituidas inmediatamente en medio de una solemne procesión a la
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El 10 de diciembre de 1294, unos pastores de la región de Loreto en Italia reportaron que habían visto una casa volando sobre el mar, sostenida por ángeles. Había un ángel vestido con una capa roja (San Miguel) que dirigía a los otros y la Virgen María con el Niño Jesús estaban sentados sobre la casa.
Se destaca entre los montes de Palestina por su pintoresca ubicación y sus hermosa silueta, por la sorprendente vegetación que recubre sus laderas de piedra caliza y por el esplendoroso panorama que se contempla desde su cima.
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Los habitantes de Recanati y Loreto verdaderamente no sabían la historia de la Santa Casa, solo sabían de los milagros que se acontecían ahí. Dos años más tarde, la Virgen María se le apareció a un ermitaño llamado Pablo y le contó el origen y la historia de la Santa Casa: “Se mantuvo en la ciudad de Nazaret hasta qué por el permiso de Dios, aquellos que honraban esta casa fueron expulsados por los enemigos.
. Todo fue mostrado a los presentes. La Carne está aún entera y la Sangre se presenta dividida en cinco partes desiguales que, pesadas singularmente, obtienen el mismo peso que pesando a todas juntas”.
El Milagro de Lanciano es un continuo milagro. La Hostia convertida en Carne y el Vino convertido en Sangre, sin el uso de ningún preservativo, están aún presentes en el relicario.
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Milagro Eucarístico ocurrido en Lanciano en el año 750. “Un monje sacerdote dudaba de la presencia real del Cuerpo del Señor en la Hostia consagrada. Mientras celebraba la Misa y decía las palabras de la consagración, vio que la Hostia se convertía en Carne y el vino en Sangre.
Se destaca entre los montes de Palestina por su pintoresca ubicación y sus hermosa silueta, por la sorprendente vegetación que recubre sus laderas de piedra caliza y por el esplendoroso panorama que se contempla desde su cima.
Los habitantes de Recanati y Loreto verdaderamente no sabían la historia de la Santa Casa, solo sabían de los milagros que se acontecían ahí. Dos años más tarde, la Virgen María se le apareció a un ermitaño llamado Pablo y le contó el origen y la historia de la Santa Casa: “Se mantuvo en la ciudad de Nazaret hasta qué por el permiso de Dios, aquellos que honraban esta casa fueron expulsados por los enemigos.
San Genaro, patrono de Nápoles, fue Obispo de Benevento. Durante la persecución contra los cristianos fue hecho prisionero junto a sus compañeros y sometido a terribles torturas. Un día, él y sus amigos fueron arrojados a los leones, pero las bestias sólo rugieron sin acercárseles.
Entonces fueron tildados de usar magia y condenados a morir decapitados cerca de Pozzuoli, donde también fueron enterrados. Esto sucedió aproximadamente en el año 305.
Todo el pueblo se reunió para festejar el hallazgo de las santas Hostias, las cuales fueron restituidas inmediatamente en medio de una solemne procesión a la
iglesia de San Francisco. A pesar del paso de los años, las Partículas no sufrieron ninguna alteración.
La sangre de San Genaro, que se conserva sólida en un relicario, se suele licuar tres veces al año: el primer domingo de mayo, el 19 de septiembre (fiesta del patrono napolitano) y el 16 de diciembre, en memoria del milagro producido por la intercesión del santo que evitó una catástrofe tras la erupción del volcán Vesubio en 1631.
Se destaca entre los montes de Palestina por su pintoresca ubicación y sus hermosa silueta, por la sorprendente vegetación que recubre sus laderas de piedra caliza y por el esplendoroso panorama que se contempla desde su cima.
Los habitantes de Recanati y Loreto verdaderamente no sabían la historia de la Santa Casa, solo sabían de los milagros que se acontecían ahí. Dos años más tarde, la Virgen María se le apareció a un ermitaño llamado Pablo y le contó el origen y la historia de la Santa Casa: “Se mantuvo en la ciudad de Nazaret hasta qué por el permiso de Dios, aquellos que honraban esta casa fueron expulsados por los enemigos.
Santa Pudenziana es una de las más antiguas iglesias de Roma. Según la opinión de la mayor parte de los historiadores, el Senador romano, Pudente, hospedó al Apóstol Pedro en su casa, la cual se ubicaba precisamente debajo de los cimientos de la iglesia.
El nombre de la iglesia derivaría del nombre de la hija del Senador. Pudenciana y su hermana, Praxedes, si bien no murieron mártires, fueron célebres porque limpiaban la sangre de los mártires luego de ser ejecutados.
Todo el pueblo se reunió para festejar el hallazgo de las santas Hostias, las cuales fueron restituidas inmediatamente en medio de una solemne procesión a la
iglesia de San Francisco. A pesar del paso de los años, las Partículas no sufrieron ninguna alteración.
Se puede hoy apreciar la huella milagrosa que fue dejada por la Hostia al caer en la grada del altar de la Capilla Caetani, en la Iglesia de Santa Pudenciana, en Roma. La huella en la grada quedó allí sellada cuando la Hostia cayó de las manos de un sacerdote, en el preciso momento en que éste sentía fuertes dudas de la presencia real de Jesús en el Sacramento de la Eucaristía.
Se destaca entre los montes de Palestina por su pintoresca ubicación y sus hermosa silueta, por la sorprendente vegetación que recubre sus laderas de piedra caliza y por el esplendoroso panorama que se contempla desde su cima.